Es obvio que un accidente de trabajo es un proceso no deseado por nadie; desde el empresario, en ocasiones concienciado con esta materia y en otras más bien poco; los mandos intermedios, a veces más preocupados en la producción que en las condiciones de trabajo, hasta el trabajador, el cual en ocasiones piensa que el accidente no le va a pasar a él.
Aprovechando que estoy preparando una presentación para un curso sobre investigación de accidentes, rescato un esquema que elaboré sobre la responsabilidad administrativa que se deriva de una accidente de trabajo, todo ello sin perjuicio de las responsabilidades civiles y penales que a menudo producen los accidentes graves y mortales.
A continuación se adjunta el esquema, que seguro a muchos profesionales de la seguridad y salud nos aclara las diferentes incapacidades que se pueden generar, así como los incumplimientos administrativos que se producen: