Vivimos momentos convulsos en el ámbito de la ética profesional. Parece que muchos engordan sus curriculums hasta límites insospechados, atribuyéndose máster que no han realizado, tesis cuando menos cuestionables y otra serie de méritos que ponen en tela de juicio la honradez de nuestra sociedad; como si el hecho de tener o no un máster fuese a servir para que esos profesionales sepan desenvolverse en su ámbito de actuación.
Si todo esto lo llevamos al mundo de la seguridad y salud, el panorama creo que es peor. En este caso, no es que los prevencionistas agrandemos nuestros curriculums, es que muchos de ellos no se creen la profesión; están desencantados, no terminan de entender la importancia de nuestro trabajo, y otros muchos simplemente están “de paso”. Recomiendo la lectura de un artículo escrito hace ya algún tiempo, titulado “prevencionistas, ¿de verdad creemos en lo que hacemos?”
La poca transcendencia que parece tiene para la sociedad la seguridad y salud, donde muchos aún nos ven como un “impuesto revolucionario”, provoca una falta de interés de hacia nuestra labor. Bajo mi punto de vista, como he manifestado en otras ocasiones, somos un valor para las empresas absolutamente clave e irremplazable, pues tenemos un importante conocimiento de estas, de nuestros trabajadores y de los procesos en los que estos intervienen. Más incluso que la mayoría de departamentos de recursos humanos.
Al igual que piensan otros muchos profesionales de la seguridad y salud, estoy convencido de la importancia de nuestra profesión y de lo que podemos aportar a las empresas. Y de hecho así está siendo cada vez más; no solamente en el ámbito de la seguridad, la higiene o la ergonomía. Los aspectos psicosociales cada vez tienen mayor importancia en cualquier organización. Son muchos los trabajadores que dejan sus empresas, con mejores condiciones en cuanto a salario, por otras donde pueden conciliar, se les valora, pueden desarrollar un plan de carrera, etc. Asuntos directamente relacionados con la seguridad y salud.
No solamente es importante nuestra labor por lo anteriormente expuesto. Estamos en un momento en que las empresas que no están comprometidas con la seguridad y salud, y por tanto, con el bienestar de sus trabajadores, están quedando en un segundo lugar. Los clientes cada vez exigen más estos aspectos. Por no hablar de la judicialización y penalización de los accidentes de trabajo (incluidos los delitos de riesgo). Y de otros aspectos como la responsabilidad civil, y sobre todo, el recargo de prestaciones, que en muchos casos está condenando a la desaparición de muchas empresas.
Creo que son argumentos más que sólidos para justificar la importancia de los profesionales de la seguridad y salud y de la preocupación por el bienestar de los trabajadores. Está más que demostrado que cuando estos trabajan “a gusto”, repercute claramente en la mejora de la cuenta de resultados de sus organizaciones. Decía Richard Branson, fundador de Virgin: “Los clientes no son lo primero, lo primero son los empleados. Si cuidas de tus empleados, ellos cuidarán de tus clientes”. Totalmente de acuerdo.
Por todo lo anterior, he decidido hacer este post, para hablar de la importancia de ensalzar al profesional de la seguridad y salud y a las empresas que apuestan decididamente por ello; estoy convencido que serán las que sobrevivan a esta sociedad cambiante, donde continuamente hay que reinventarse.
Y ahí entran los premios Prevencionar, que se entregarán el próximo 5 de octubre, y donde tengo el honor de ser finalista en la categoría “trayectoria profesional”. Iniciativas como esta son absolutamente necesarias para creernos la importancia de todo lo anteriormente comentado. Por eso, desde estas líneas felicito a Prevencionar, de la mano de su “alma mater” Agustín Sánchez Toledo. No solamente por la iniciativa (ya es la segunda edición), y por establecer un sistema de votación compuesto de un jurado independiente que facilita que los ganadores sean los que ese jurado ha votado, previa presentación de trabajos y/o méritos. También por ser capaz de “captar” la atención de las empresas; que estas se interesen en patrocinar un evento como este. Porque eso indica que “la prevención comienza a tener mayor visibilidad”; que a las empresas cada vez les interesa más participar en eventos relacionados con la seguridad y salud. Todo esto se traduce en un engrandecimiento de la profesión y que cada vez más los profesionales de la seguridad y salud creamos en lo que hacemos; debemos ir introduciéndonos en el staff directivo de las empresas, en la toma de decisiones, pues tenemos mucho y bueno que aportar.
En definitiva, abogar por el incremento de esta y de otras iniciativas, como son los premios del CGPSST, Formación Seguridad Laboral, Prever, Antonio Ruiz Giménez, Manuel Pérez Rebanal, etc. La “sociedad nos valorará en la medida en que nosotros nos valoremos”.
Por último, felicitar y desear suerte a todos las empresas y profesionales nominados a los premios.