En los últimos tiempos se comienza a solicitar cada vez más la realización de ensayos o pruebas de carga en la propia obra a los sistemas de protección colectivos instalados, normalmente a petición de los coordinadores de seguridad y salud. Se están exigiendo pruebas en los diferentes sistemas de redes de seguridad, protección de borde, etc., unido a la emisión de un informe de estos ensayos, documento que incluso algunos llaman documento de idoneidad. Este es un tema de gran interés.
Partiendo de la base que soy uno de los mayores defensores de la realización de ensayos dinámicos de los sistemas de protección utilizados en obra, habría que hacer varias diferenciaciones, comenzando por distinguir entre sistemas normalizados y no normalizados.
Comenzando por los sistemas normalizados, indicar que un sistema de protección colectiva normalizado implica el cumplimiento de una norma técnica que se le exige al fabricante; por ejemplo la norma UNE EN 1263 en redes de seguridad o la norma UNE EN 13374 en el caso de sistemas de protección de borde. Para más información recomiendo leer un anterior post sobre normas UNE, titulado “normas UNE en construcción, ¿obligación o necesidad? (https://diagnosticoprlconstruccion.wordpress.com/articulos/)
El cumplimiento de estas normas, por ejemplo la norma UNE 1263 sobre redes de seguridad, implica que el fabricante de las redes de seguridad ha sometido su red a los ensayos estáticos y dinámicos que indica la citada norma, y los ha sometido para una condiciones específicas de pescantes, anclajes, etc. De ahí que se le debe exigir al fabricante un certificado de conformidad de su red, pero indicando las características concretas de instalación donde se han ensayado, de manera que el certificado es del SISTEMA, no solamente de la red de seguridad.
La siguiente cuestión es que todo lo anterior debe estar reflejado en su manual de instrucciones, de manera que la instalación se debe realizar de acuerdo al manual de instrucciones del fabricante, y por qué no, emitir un certificado que se ha realizado conforme al manual.
Todo lo anterior garantizaría una cobertura al instalador, una presunción de que lo que está instalando está certificado, ha sido ensayado y cumple con la norma técnica, lo que a priori garantiza que en caso de una caída de un trabajador sobre ese sistema de red de seguridad, este quedará retenido, sin la necesidad de realizar ensayos adicionales, si no se modifican las condiciones de instalación. En definitiva, garantiza que el sistema es seguro.
El mayor problema se presenta en los sistemas No normalizados, por desgracia muy comunes; a veces porque la evolución técnica va por delante de la normativa y es necesario “inventar” soluciones para proteger colectivamente a los trabajadores. Otras veces se utilizan porque se prefieren sistemas no normalizados frente a los normalizados por temas económicos. Aquí no voy a entrar porque creo que es bastante obvio que utilizar un sistema no normalizado cuando exista norma de aplicación es una segura inmolación.
La utilización de estos sistemas no normalizados, cuando se realice para dar solución a problemas existentes en las obras no debe darnos reparo. Ahora bien, hay que tener claro que hay que cumplir unos requisitos mínimos: cálculo del sistema, procedimiento de montaje, utilización, desmontaje, etc. Básicamente habría que hacer con el sistema de protección colectiva algo parecido al plan de montaje, utilización y desmontaje existente en los andamios. Y evidentemente, se deberían de instalar estos sistemas de acuerdo a esos procedimientos y dejarlo documentada la instalación.
Una vez expuesto esto, nos quedaría la discusión acerca de si estos sistemas deben ser probados o no. Bajo mi punto de vista los sistemas no normalizados deberían ser ensayados siempre. Está bien calcular estos sistemas, pero el ensayo dinámico es fundamental para garantizar su idoneidad, así como para tener mayor cobertura frente a un posible fallo del sistema en cuanto a las posibles responsabilidades.
Otra cuestión sería qué tipo de ensayos realizar a estos sistemas no normalizados. Esto no siempre será fácil. Por un lado debemos basarnos en las normas ya existentes, a ver si se pueden realizar ensayos similares, que están contemplados en estas, y también el sentido común; realizar una simulación de lo que podría ser la caída de una persona en el sistema, aplicando coeficientes de seguridad para tener mayores garantías.
Respecto a los sistemas normalizados, por un lado pienso que la justificación técnica es suficiente para no tener que realizar estos ensayos, pues entiendo que si el sistema ha sido ensayado por el fabricante con las mismas características que se van a producir en la obra, este se prevé seguro. Alguien podría decir que las condiciones de la obra son diferentes; esto es cierto. Pero no olvidemos que las normas técnicas son muy exigentes, y los ensayos conforme a norma llevan unos coeficientes de seguridad importantes para prever esto.
A pesar de lo anterior, creo que es interesante realizar ensayos en obra incluso de estos productos normalizados. Al menos algún ensayo puntual. Sería una forma de corroborar y asegurarse que los sistemas son seguros. Ensayamos el hormigón y otros productos de la obra, ¿por qué no ensayar los sistemas de protección?
Ahora bien. Lo que no es lógico es exigir estos ensayos cuando no están incluidos ni en el proyecto de obra ni en el estudio de seguridad y salud. No definir cuantos ensayos se van a exigir, de qué forma, etc. Esto es necesario, para que el contratista incluya el coste de estas pruebas en su oferta, como cualquier otra partida de obra. Hemos de tener en cuenta que realizar un ensayo en obra es caro. Es necesario parar una zona de trabajo, acondicionarla, destinar la grúa torre o móvil al ensayo, varios trabajadores implicados, realizar el ensayo, volver a recuperar las condiciones, sustituir la red donde se ha realizado el impacto, emitir el informe, etc. No podemos pretender exigir esto sin haberlo contemplado antes. Esto es algo que algunos llevamos reclamando desde hace tiempo, que si se exigen ensayos en obra, estos se tengan previstos, no sé si en el apartado de calidad de la obra o en el de seguridad, eso es irrelevante.
Y para muestra un botón. Por suerte ya estamos empezando a encontrarnos situaciones en las que se incluyen estos ensayos, promovidas por empresas de coordinación y promotores muy concienciados en estos temas y que procuran “ir por delante”. Se adjunta un ejemplo de una obra cuyo promotor es el Ayuntamiento de San Sebastián y la coordinación de seguridad BPG Coordinadores.
Excelente comentario a tenor de lo que nos estamos encontrando en la obra de elementos de sistemas de protección de borde por llamarlos de alguna manera con ensayos con falta de rigor o simplemente sin ensayar. Esta es la buena línea a seguir por las empresas que quieran garantizar sus sistemas «no normalizados» como aval de seguridad y eficacia.
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Gracias Ismael. Así es.
Bajo mi punto de vista lo primero es adquirir productos seguros. Y para ello debemos comprar a fabricantes serios, que tengan los productos normalizados y nos presenten toda la documentación necesaria. Y después, en función de las propias características de estos sistemas, así como de las circunstancias de instalación, analizaremos al convenencia de realizar estos ensayos. Hay sistemas de protección que están muy estandarizados y ea relativamente fácil comprobar que son seguros.
Un saludo amigo
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