A pesar de que algunos abogamos desde hace tiempo por la reducción a la mínima expresión la utilización de equipos de protección individual para proteger el riesgo de caída de altura, lo cierto es que hoy en día en nuestras obras tenemos multitud de situaciones en las que se hace necesario su empleo.
Ejemplos de lo anterior muchos. En edificación, durante la instalación y desinstalación de protecciones colectivas, en trabajos en escaleras, andamios de borriquetas, o durante la instalación de plataformas de carga y descarga o el acopio y retirada de materiales en estas plataformas (por desgracia, actualmente la implantación de plataformas de carga y descarga que cumplan la norma UNE 180401, y que, por consiguiente, no requieran el uso de EPI´s, para su utilización es mínima).
Y no es menos cierto, que todavía nos encontramos trabajos en los que, siendo necesario el empleo de sistemas anticaídas, lo instalado es totalmente deficiente: en unos casos porque se instalan puntos de anclaje sin garantías de resistencia, y menos aún certificados, en otros casos, porque se utilizan cuerdas y elementos textiles sin tener en cuenta la abrasión de aristas y demás; y en otros casos, aunque parezca sorprendente en los tiempos que corren, sobre todo a nivel de responsabilidades, porque se realizan instalaciones “de chiste”, con longitudes de cuerda superiores a la altura de caída. Podemos ver a continuación muestras de ello:
Desde ETOSA, en la colaboración que llevamos desde hace ya algunos años con José Antonio García Haro y su empresa Creaciones Preventivas (creaciones@multigarben.com) para el desarrollo y mejoras de sistemas de seguridad, hemos estado probando varios sistemas de anclaje a elementos resistentes, elementos ideados por la citada empresa.
Uno de los sistemas, que han llamado Cesar A85 es un sistema ideado para su anclaje a techo. Un ejemplo sería el que a continuación se expone:
Las mejoras que aporta este sistema respecto a otros que hay en el mercado bajo mi punto de vista son:
- No es solamente un punto de anclaje, sino que es un dispositivo de anclaje. El sistema se instala conjuntamente, y no es posible eliminar componentes.
- Está certificado como Tipo A por la norma UNE EN 795 en su nueva edición 2012.
- Está dotado de un sistema de protección de ambos extremos (guardacabos) que garantiza una gran durabilidad. Hemos estado probando en obras sistemas con cinta, y lo cierto es que después de unos meses de uso, los mosquetones y anillas metálicas producen una gran abrasión en la cinta textil, produciéndole un gran desgaste, como se puede observar en las siguientes fotografías:
- En obras de edificación, con alturas de forjados estándar, tienen una longitud adecuada para que los trabajadores circulen debajo de ellos sin que les estorben, siendo accesibles para la sujeción del trabajador por medio de su cabo de anclaje.
El único inconveniente de este dispositivo que tiene es que el tornillo queda embebido en el hormigón y no puede ser recuperado, aunque el resto del dispositivo es recuperado completamente, por lo que pienso el gasto es mínimo por la utilidad que aporta.
El otro dispositivo, llamado Cesar A70, está diseñado bajo la misma filosofía, aunque en este caso es para su anclaje a pared (elementos verticales).
Las ventajas de este dispositivo son las mismas que el anterior, con la particularidad de que aquí sí es recuperado completamente. Solamente el taco queda en la pared. Por tanto, mayor economía en el dispositivo.
Ejemplos de instalación en un pilar de hormigón sería:
En definitiva, son sistemas que aparecen en el mercado y que pretenden solucionar o mejorar otros ya existentes, o al menos, darnos una solución a técnicos de prevención y coordinadores de seguridad para evitar que los trabajadores instalen cualquier dispositivo de anclaje que no cumplan unos requisitos mínimos, garantizando al fin y al cabo, la sujeción de los trabajadores que los utilicen ante una eventual caída.
Para finalizar, se incluyen ejemplos de sus posibles utilidades:
Recordar también la importancia de la instalación segura de estos dispositivos. Poco a poco estamos consiguiendo instalar productos certificados en nuestras obras, pero a veces los procedimientos de montaje dejan bastante que desear, pues se asumen riesgos durante la instalación. En situaciones en las que no sea posible la protección colectiva, habrá que instalar estos dispositivos empleando otros sistemas de protección como el multigarben.
Por último, recordar la importancia de instalar estos sistemas de protección garantizando un factor de caída 0 ante una eventual caída durante su empleo; es decir, instalarlos los anclajes por encima de la cabeza de los trabajadores.
Me ha gustado tu exposición, me ha convencido el sistema de anclaje individual, ahora hace falta que se cumpla, que haya una concienciación para su uso. Es verdad que en las obras se utilizan sistemas no homologados y no hay una verdadera conciencia del peligro que supone no proteger tu vida, atándote a cualquier cosa, el caso es estar atado. Sobretodo, no supone para el empresario un coste excesivo y se evita muchísimos problemas.
Enhorabuena.
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Hola José Manuel.
Gracias por tu comentario.
Es cierto, a ver si conseguimos que se instalen productos certificados en las obras de construcción. Será la única garantía de que lo que estamos utilizando es seguro y nos garantiza la protección del trabajador.
Un cordial saludo.
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Ramón, muchas gracias de nuevo, como tantas otras veces, por la claridad y sencillez con que abordas temas sumamente complejos.
Ciertamente falta mucho camino aún para que todo el mundo en obra vaya cambiando el chip y entienda que la Protección Anticaída es algo distinto a lo que se suele ver todavía por ahí.
Por suerte voy notando el cambio en obras que visito, en parte porque ahora hay sistemas para casi todo y eso ayuda a que, conociendo lo que se tiene, se pueda utilizar.
Como aprendí de tu ejemplo: difundir es prevenir.
Gracias
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